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LOS EFECTOS DE LA MÚSICA EN EL SISTEMA INMUNE

Publicada el 18 de Octubre de 2.019

Las afirmaciones y atribuciones sobre el poder curativo de la música las podemos encontrar en la Biblia y en la antigua Grecia. En las últimas tres décadas se pudo comenzar a establecer, a partir de métodos modernos experimentales, que estos efectos son genuinos.

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No caben dudas del efecto que la música tiene sobre nuestro estado de ánimo o bien que puede modular nuestras emociones en la vida cotidiana, y que también puede promover salud física, psicológica y bienestar general.

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La utilización de la música como terapia en el área médica y de la salud mental está siendo cada vez más reconocida a tal punto que es empleada en tratamientos para el dolor, en rehabilitación neurológica en presencia de lesión cerebral, enfermedades neurodegenerativas y trastornos del neurodesarrollo. Incluso es empleada para promover neuroprotección, es decir promover el desarrollo normal del cerebro en el caso de bebés prematuros en terapia intensiva o para colaborar en el diagnóstico diferencial entre estado vegetativo y estado de conciencia mínima.

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¿Cómo es que la música puede traducirse en beneficios fisiológicos? Daniel Levitin y colegas en McGill University, Canadá, dedicaron gran parte de sus esfuerzos durante el ultimo año en realizar un análisis de los hallazgos documentados en 400 estudios científicos publicados sobre música y funcionamiento cerebral. 

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Uno de los hallazgos más interesantes es que la música está asociada con la inmunoglobulina A, anticuerpo vinculado a la inmunidad, y con un número mayor de células que combaten gérmenes y bacterias.

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Triste o alegre, aumenta las defensas

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Un estudio realizado por Hucklebridge y colegas en el Reino Unido, explica que la música se asocia a una mayor concentración de inmunoglobulina A independientemente de la valencia emocional de la música (es decir, si expresa por ejemplo alegría o tristeza). De esta manera, la modulación del estado de ánimo por la utilización de la música, tiene efectos beneficiosos en la inmunidad más allá de cuál sea el estado de ánimo que converge.

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Otro hallazgo interesante por ejemplo es que se encontró que se produjo una reducción en los niveles de cortisol en sangre en pacientes que escucharon música antes de que se les practique una cirugía, y que esta reducción fue mayor que en aquellos pacientes que solamente habían tomado fármacos. El estudio se hizo contemplando los puntajes de ansiedad auto referidos por los pacientes, y fueron comparados con los niveles de la hormona cortisol medidos en sangre. Esto indica el poderoso uso medicinal de la música.

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Calma, vigoriza y consuela

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Entonces ¿qué tipo de música en especial hay que escuchar o hacer cuando sentimos una emoción determinada o para cada estado de ánimo?. No hay una respuesta única a esta pregunta. Cada persona trae al nacer una musicalidad innata, es decir, una  sensibilidad a la música y a sus elementos que puede ser activada para la salud y la calidad de vida.

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La elección del tipo de música es única y personal y tiene que ver con la musicalidad innata propia y las preferencias personales. Parece ser que para nuestro sistema inmunológico es indistinto y que lo importante es que la música que elijamos nos ayude a regular nuestro estado de ánimo ya sea calmándonos, vigorizándonos, o acompañándonos en nuestras alegría y tristezas.

El siguiente desafío para los neurocientificos es buscar cuáles son los químicos en el cerebro que se liberan bajo el efecto de la música, y cuáles son las regiones del cerebro en las que se liberan estos neuroquímicos. Porque de esta combinación única parece depender el efecto que nos produce.

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Mientras tanto, ¡música maestro…!

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FUENTE: https://www.clarin.com/salud/efectos-musica-sistema-inmune_0_ryxmd-OjPQx.html

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